Tan Fuerte, Tan cerca


Tan fuerte, Tan cerca o “Extremely loud and incredibly close” es el título de una de las películas que no me molesta volver a ver.

Hoy también volví a ver a la selección de Perú...



 Hace mucho no escribo o mejor dicho no termino de escribir algo que sienta y merezca ser publicado en mi blog, pero tampoco quiero acostumbrarme a no hacerlo y hoy creo que es un buen día para alimentarlo, no de la mejor manera pero solo para que pueda sobrevivir hasta cunado crea pueda publicar algo que valga la pena.


Hoy la selección de fútbol de Perú  volvió a regalarnos esa sensación que solo el fútbol peruano, lamentablemente,  sabe regalarnos; Hay una frase irónica que define muy bien nuestra suerte en estos eventos deportivos “Jugamos como nunca, perdimos como siempre”, los representantes de nuestra selección se atrevieron a ilusionarnos con la clasificación a un mundial en Turquía, un juego bonito pero  con errores que nos costaron lo suficiente para dejarnos fuera de un mundial, un equipo con mejor actitud que la selección de mayores pero dejando al descubierto que aún, nos falta mucho por aprender.


Siempre terminamos comentando sobre lo bien que jugamos y lo poco que nos faltó, pero eso no nos lleva a ningún lado, hace varios años que recuerdo hacer el mismo comentario cada vez que iniciamos a jugar los partidos de clasificación para un mundial y siempre comenzamos ganándole a Paraguay, volvemos a alimentarnos y creer que ahora sí, nos toca ir al mundial, luego aparece el “matemáticamente”, sigue el  “es una pena que jugando tan bien no podamos llegar” y  “tenemos equipo y no tenemos que romper el proceso”, pero el ciclo no se llega a completar satisfactoriamente y todo vuelve suceder paso a paso y no nos damos cuenta (o no queremos hacerlo) que hace varios años venimos diciendo lo mismo.


Qué le falta a nuestra selección? Por qué siempre buscamos encontrar un culpable en la cancha y no buscar la verdadera  razón del por qué estamos condenados a sufrir partido tras partido y sacar la calculadora para ver nuestras posibilidades de clasificar a una copa internacional; Tengo la sensación que la respuesta tiene como principio que debemos entender que los partidos se necesitan ganar, no basta con mostrar algunas individualidades ni eliminar a Brasil para ya creernos campeones cuando no hemos alcanzado la gloria de clasificar y hacer felices a 30 millones de peruanos.


 Sé que es verdad que escribir tampoco ayuda en nada a que un equipo sea mejor  ni ayude a ir a un mundial, pero al menos puedo escupir la bronca y la impotencia que siento cada vez que mis ilusiones se quedan en un “tan cerca” y un “será para la próxima”, me molesta un poco ver en las redes sociales que siempre tratamos de conformarnos con lo bien que se jugó y aplaudir la entrega, pero para mí ya no es suficiente eso, yo también quiero saber lo que se siente ver a una selección ir a un mundial. Tal vez nuestra selección es el reflejo del futbol nacional, y tal vez por eso poco a poco he dejado de verlo; nuestros equipos piensa en 365 días y luego vuelve a comenzar a construir algo que nunca terminan, no hay un proyecto a largo plazo, nadie se atreve a conquistar una copa libertadores, nadie se atreve a formar a los menores para cambiar nuestro futuro, y nadie se atreve a mandar a la mierda a Burga.


Nadie ama a su camiseta como lo hago yo, pero yo no juego en la selección y solo me alcanza para perder unas letras en este lugar, así que espero que alguien que si lo haga se contagia de este amor sobrenatural  y nos de la alegría de poder ver al equipo de todos en un mundial de futbol y nos haga olvidar, por un instante,  como los políticos nos siguen robando; pero eso ya es otro tema y no haber clasificado al mundial, es suficiente por un día.



Quiero ver a mi selección en un mundial!




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